Explosiones recientes han cubierto el mirador y áreas del parque con ceniza, mientras las autoridades advierten sobre riesgos adicionales.
El Volcán Poás en
Costa Rica ha registrado una erupción significativa, lanzando material que alcanzó una altura aproximada de 1,000 metros y cubriendo por completo el mirador del parque y las rutas que conducen al cráter.
La ceniza también ha afectado el área del centro de visitantes, que alberga un museo, una cafetería y una tienda de recuerdos.
El Observatorio Vulcanológico y Sismológico de
Costa Rica (Ovsicori) ha señalado que, a pesar de ciertos momentos de calma, el volcán continúa muy activo.
Durante la noche del viernes, el volcán provocó explosiones que generaron rocas calientes, bombas incandescentes y columnas de gases que se elevaron hasta 500 metros.
Marteen de Moor, vulcanólogo del Ovsicori, indicó que el material incandescente expulsado podría ser magma o rocas viejas del interior del volcán, expulsadas a altas temperaturas.
La reciente actividad explosiva del volcán durante la noche del sábado fue la más significativa desde enero de este año.
Lidier Esquivel, jefe de la Unidad de Investigación y Análisis de Riesgo de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), ha expresado preocupación por la acumulación de ceniza en el cráter, que podría provocar flujos de lodo y cabezas de agua en el río Desagüe, en Alajuela.
Esquivel ha solicitado que los turistas que visiten los centros localizados en el cauce del río mantengan distancia de las orillas y eviten ingresar al agua.
La CNE, en colaboración con el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac), guardaparques y especialistas de la Escuela de Química de la Universidad Nacional, realizó una visita al cráter y confirmaron que el volcán sigue manifestándose de manera explosiva.
En consecuencia, se ha decidido cerrar el parque de forma indefinida.
Imágenes capturadas por guardaparques muestran la capa de ceniza que cubre rutas del parque y el centro de visitantes, evidenciando el impacto de la erupción.